Por: Arq. Carlos Enrique Martinez Gutierrez
Publicado por; Cabecera.mx Diciembre 2017
Dicen los que saben, que los políticos cuando establecen alguna aseveración o alguna equivocación no es fortuita, en la política no hay coincidencias o casualidades por eso llama la atención que el señor Gobernador del Estado en una comida con los miembros de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción delegación Jalisco, tiene un desliz y en su discurso dice “La Industria de la Corrupción” y esta frase si bien no fue muy replicada o publicitada, fue comentada desde un aspecto mediático, si tiene mucho que reflexionar en el tema de la industria de la construcción y que efectivamente se habla, se dice, se a comprobado y hay manifestaciones que hay toda una industria de la corrupción, tanto en la obra pública como en la obra privada.
Muchas veces cuando se habla de la corrupción en la obra se piensa solo en la Obra Pública que ejecutan los tres órdenes y los tres niveles de gobierno, con recursos que se ejercen producto de los fondos fiscales o ingresos por los diversos impuestos o aprovechamientos que pagamos todos los ciudadanos.
La corrupción va desde los clásicos moches para obtener contratos, como concursos amañados o el pago de favores políticos, así como la violación constante de leyes y reglamentos o su manipulación en beneficio de prestanombres o amigos, obras donde se tira el dinero a la basura, obras sin ninguna planeación de su verdadera utilidad, obras mal hechas entre otras muchas manifestaciones de corrupción generada en su mayoría por la ineficiencia e irresponsabilidad de los funcionarios públicos y el contubernio entre políticos y contratistas de obra.
Pero pocas veces se habla de la corrupción en las obras privadas, será porque los recursos provienen del capital privado, pero la corrupción es tanto o quizás mas que la obra pública, debido a reglamentos de construcción amañados e imprecisos, tortuosos y absurdos procedimientos para obtener un permiso de construcción, planes parciales de desarrollo urbano malhechos o que no se respetan, los cambios de usos del suelo ilícitos, autorizaciones de construcciones ilegales, la venta de firmas de los directores responsables o peritos, entre otras muchas manifestaciones generan un gran negocio para un grupo selecto de funcionarios.
Los tristes ejemplos de corrupción en obras privadas y sus consecuencias los acabamos de tener en la Ciudad de México, que afloraron a raíz de los recientes sismos, construcciones mal hechas, directores irresponsables, permisos indebidos etc. Pero desgraciadamente no es privativo de la capital del país, ejemplos hay de todos lados y de todos los tipos. Hay reglamentos municipales de construcción donde validan la venta de firmas y utilizan al profesionista para que solo “avalen y supervisen” las construcciones abriendo todo un campo para la corrupción.
Lo absurdo de la situación es que se han inventado asociaciones de directores responsables de obra para defender sus derechos de “Validar y supervisar” las obras y más aún se firman convenios para que colegios de profesionistas realicen tareas que le corresponde a la autoridad municipal.
La simulación a la hora de construir, de autorizar los permisos y en las construcciones mismas en cuanto a su calidad y ubicaciones nos habla también de una corrupción, pero también habla de profesionistas sin ética y pésimos empresarios o inversionistas por supuesto coludidos con funcionarios públicos.
Las instancias responsables de vigilar y en su caso sancionar estas practicas en primera instancia son la contralorías municipales o ciudadanas como hoy les llama, pero la pregunta seria ¿y El congreso del Estado a través de la Auditoria Superior que ha hecho en estos temas?
Desgraciadamente la Auditoria Superior del Estado se concentra solo en verificar que de papel este todo amparado, aunque sea ilegal, nunca se ha conocido que se sancione a funcionarios por autorizar cambios de usos del suelo, violar los planes de desarrollo urbano, otorgar licencias de construcción fuera de los tiempos estipulados o mas aun que una obra publica cuente con todos los permisos requeridos.
Pero ante tantas manifestaciones de corrupción en el sector de la construcción queda claro que el Gobernador del Estado no se equivoco al mencionar la “Industria de la Corrupción”.
En días pasados se acaba de aprobar por parte del Congreso del Estado de Jalisco una nueva ley de Obra pública llamada “antimoches” y con ella se pretende mitigar la corrupción en la obra pública que ejecutan los diferentes entes de gobierno y los municipios en el Estado, pero muchas veces el problema no es de leyes, es de aplicación y cumplimiento de la misma, la impunidad es un elemento mas que abona a la corrupción, veremos qué resultados positivos nos da esta ley en los próximos meses, pero sobre todo que las controlarías hagan su verdadero trabajo y no sirvan de comparsa de los funcionarios.
Pero en la obra privada, pareciera que no hay la voluntad política para poner remedio, armonizar leyes y reglamentos pareciera una tarea titánica, hay instancias gubernamentales que no asumen su compromiso empezando con Congreso del Estado con una verdadera adecuación al Código Urbano y no soluciones de parche para cumplir el requisito, un Instituto Metropolitano totalmente ausente en estos temas y los municipios adecuando reglamentos a su libre albedrío.
Hoy que se habla de un sistema anti-corrupción con todo un andamiaje institucional en los diferentes niveles de gobierno y la creación de un Sistema Estatal Anti-corrupción con un Fiscal y un(a) Nuevo(a) Auditor(a) Superior, valdría la pena revisar a fondo las funciones de ambas Instituciones y si realmente pretenden llegar a fondo en estos temas y no solo se concentren en el sistema judicial.
En la industria de la construcción intervienen mieles de personas, desde los trabajadores de obra, proveedores, profesionistas y empresarios honestos que no están de acuerdo con estas prácticas de corrupción pero las padecen y se convierten en víctimas y pareciera que por unos cuantos vivales y corruptos se generalice un sector tan importante en el desarrollo del país, estos ciudadanos honestos exigen tener una verdadera industria de la construcción, una industria limpia, sana, pujante y sobre todo eliminar estas prácticas que laceran a nuestra sociedad, la respuesta la tienen las autoridades.
Muy acertado, coincido totalmente. Es tarea de todos los que estamos involucrados en esta bonita industria para que lleguemos como dices a una industria limpia y sana.
ResponderEliminarPara que la corrupción exista siempre se necesitan dos...
Reconocer el problema supone el primer paso para lograr el cambio. Es labor común la tarea de encontrar soluciones a problemas muy añejos en la sociedad, como el de la corrupción en todos los niveles de gobierno y la iniciativa privada. Mi reconocimiento a los profesionales éticos.
ResponderEliminarLo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie.
Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto.
Chesterton
Que triste que la corrupción afecte a todos los sectores de nuestra sociedad , se tendría que comenzar por inculcar valores a nuestros hijos en cada familia
ResponderEliminar