Por: Arq. Carlos Enrique Martinez Gutierrez
Publicado: Cabecera.mx Junio 2018
Basto una tormenta para recordarnos la fragilidad de la ciudad, desbordamientos, vehículos arrastrados, túneles y sótanos inundados, gente atrapada por suerte sin pérdida de vidas humanas, vehículos de emergencia atrapados y sin poder atender las emergencias, parte de la ciudad colapsada y por supuesto un caos vehicular, en una lluvia que según los expertos fue normal.
Pero sobre todo la primera lluvia de la temporada en el área metropolitana de Guadalajara evidencio la descoordinación entre los gobiernos Federal, Estatal y Municipal y donde el reparto de culpas es la constante sobre todo en un periodo electoral. Pero la realidad es que quedo de manifiesto la ineficiencia e irresponsabilidad, de los gobiernos en cuanto a la planeación, ejecución, mantenimiento y vigilancia de las obras que ejecutan o autorizan.
Para los habitantes del área metropolitana de Guadalajara la línea 3 del tren ligero si algún día se termina ayudara a mejorar la movilidad de la ciudad, pero en el proceso de construcción ha sido una verdadera pesadilla que mata las bondades de dicha obra.
Una obra mal diseñada desde su concepción básica, pésimamente mal planeada, sin proyectos ejecutivos, sin soluciones en su integración a la ciudad, planeada sobre las rodillas y con soluciones urbanas en algunos puntos que fueron resueltos parcialmente, más por la presión social que por un trabajo profesional integral, manejada con una gran opacidad en los aspectos técnicos, generando una gran cantidad de impactos negativos y afectaciones a la economía de la población, aumento de la contaminación por los cierres viales, la perdida de horas hombre y el decremento de la calidad de vida de miles de familias, y todo con la complacencia de las autoridades estatales y municipales, por tales motivos no nos extraña la falta de previsiones para garantizar la seguridad de la población y la afectación a terceros en sus bienes.
Pero la operación y construcción de la Línea 1 del tren ligero también pone de manifiesto la irresponsabilidad de los funcionarios públicos que puso en riesgo a los usuarios del principal sistema de transporte colectivo del área metropolitana de Guadalajara, no es posible que uno de sus túneles quede inundado porque fallo el cárcamo de bombeo por falta de energía eléctrica. ¿Nos preguntamos si cuenta con planta de emergencia o también fallo? En donde quedo la revisión, mantenimiento y vigilancia de la operación de un sistema donde se transporta miles de pasajeros al día, y no es cuestión de presupuesto dado que se presume que ese sistema opera con números negros. La respuesta es la ineficiencia de los funcionarios públicos responsables, los que se les olvida que su principal objetivo que es servir a la ciudadanía brindando la máxima seguridad a la población.
Las imágenes difundidas de un tren ligero inundado, donde ciudadanos ayudaron a salir a los usuarios del trasporte publico nadando, con salvavidas improvisados, rescatando niños, mujeres y personas nos pone a reflexionar sobre la solidaridad de los ciudadanos, pero también preguntarnos ¿En dónde está la autoridad y los equipos de rescate que desfilan pomposamente el 16 de septiembre?
Fotografia El Universal.com.mx
La frase favorita de los políticos y sobre todo en tiempos electorales es el de “hacer más con menos” esta frase es un llamado a realizar obras pésimamente planeadas, sin proyectos ejecutivos, obras de relumbrón y superficiales, baratas, sin estudios, mediáticas, y no obras que solucionen la problemática real de la ciudadanía, difícilmente destinan presupuestos para corregir lo mal hecho, y obras que le den seguridad a la población, les interesan las obras faraónicas y en zonas donde todos las vean, además de presumirlas como si fueran propias y no fuera su responsabilidad hacerlas con dinero de todos y que dicho sea de paso a los funcionarios les pagamos su salario por cumplir con esa tarea y todavía mas absurdo quieren que les demos las gracias.
Pero si las obras publicas adolecen de proyectos ejecutivos y una planeación integral y los estudios necesarios para su ejecución, resulta inconcebible y verdaderamente irresponsable que funcionarios públicos municipales autoricen obras sobre cauces de ríos omitiendo las advertencias de las dependencias de su mismo municipio donde no se debían realizar y menos autorizar.
Estas omisiones e irresponsabilidades trajeron como consecuencia la inundación del sótano y planta baja de un centro comercial donde en domingo estaba plagado de familias, el saldo; pánico, personas, vehículos atrapados, daños en cientos de automóviles y miles de pesos en daños de mercancía y sobre todo el riesgo que corrió la población, afortunadamente sin desgracias personales, al margen del caos vial, la movilización de los cuerpos de protección civil, bomberos, policía, agentes de movilidad, ambulancias etc. Con el costo que ello significa y todo por una autorización que no se debió dar.
Se podrá discutir el volumen de agua extraordinaria sobre el cauce del canal de avenida patria, quizás, pero si ese fuera el caso también es responsabilidad del municipio por autorizar una serie de obras aguas arriba donde se han tapado cauces, arroyos y escurrimientos naturales y aun que fueran autorizadas por otras administraciones o por los tribunales la responsabilidad de tomar las previsiones para brindar seguridad es de la actual administración y más aún que en el mapa de riesgos de protección civil está considerado como de alto riesgo, nunca se debió autorizar una modificación al proyecto original en contra de las advertencias y los estudios.
En cualquier país o ciudad del mundo civilizado estas omisiones de los funcionarios públicos empezando con el director de obras públicas y su equipo traerían como consecuencia su renuncia o su cese inmediato además de su inhabilitación para posteriores cargos y pondrían en el patíbulo al presidente municipal que lo nombro, ¿porque aquí no hacerlo?
Al margen de las omisiones e irresponsabilidades sancionadas en la ley de servidores públicos también en el código urbano establece en su artículo 358 que “la responsabilidad del Estado y los Municipios por los daños que, con motivo de su actividad administrativa irregular causen en los bienes o los derechos de los particulares será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización”, esto haría que los funcionarios públicos que autorizaron le causarían un daño patrimonial al municipio.
Pero también hay una responsabilidad implícita de los constructores y su responsable de la obra, en el mismo código urbano en el artículo 349 establece sus funciones donde establece que “Los directores responsables de la obra son los profesionistas responsables del control y construcción de cualquier género de obra, que se encuentran legalmente establecidos, responsabilizándose que la ejecución de las obras que le sean encomendadas, cuidando y dirigiendo bajo su responsabilidad que se realicen estrictamente de acuerdo a los proyectos ejecutivos y especificaciones aprobadas por la autoridad municipal, de las leyes y reglamentos que correspondan, de las autorizaciones para el inicio, durante y terminación de la misma, de las normas de seguridad, del sistema constructivo, de la calidad de los materiales, de la afectación a terceros y todo cuanto se requiere durante el proceso, terminación y finiquito de la obra”.
La acumulación de errores, ineficiencia, omisiones de los funcionarios públicos ponen en un riesgo cotidiano a la población, ejemplos y riesgos hay muchos en esta gran ciudad, producto de la acumulación de irresponsabilidades, corrupción, simulación y tolerancia de las diferentes administraciones que seria interminable nómbralas y aun mas analizarlas, pero este evento nos recordó lo que no debemos de hacer y lo mucho que se ha dejado de hacer en materia de planeación, medio ambiente, desarrollo urbano y profesionalización de la administración pública, y lo que como ciudadanos no debemos permitir, no caigamos en la trillada frase de “después del niño ahogado tapemos el pozo”.
Hoy la clase política y muchos funcionarios públicos carecen de credibilidad, exigir que se cumpla la ley no es negociable y menos aun que destaque la impunidad, si deberás quieren tener credibilidad los políticos y las autoridades empiecen a mostrarnos que van en serio y luego entonces les empezaremos a creer.
Es lamentable llegar a épocas de lluvia en Guadalajara, los ciudadanos vivimos en pánico cuando el cielo amenaza lluvia pronosticando por todos sus habitantes calamidades. Ya es del ámbito ,"si va a llover, no salgas" y "si ya llovió, no salgas.
ResponderEliminarEl tapatío se siente prisionero ante las decisiones pasadas de las obras públicas mal ejecutadas.
Debería existir reformas a la legislación, donde los autores de las decisiones de realizar obras mal ejecutadas, paguen por la ineficiencia de sus actos que conllevan por lo general en la perdida patrimonial de sus bienes y en ocasiones la vida.
Dr. Eduardo Cuesta
EliminarEs muy lamentable que cada año sufrimos las consecuencias de una mal planeacion de la Ciudad y de la falta de conciencia de funcionaros primero por dar permisos sin un buen estudio de la obra, sin pensar en las cosecuencias por otra parte al profesional que ejecuta la obra sin responsabilidad, parece ser que ahora lo unico que importa es cuanto voy a ganar de ambas partes.
ResponderEliminarEstamos viviendo un tiempo de transformación en todos los sentidos, es tiempo de ser mas responsables, no todo es corrupción, dinero, es tiempo de pensar que estas haciendo y para quien recuerda tú quien quiera que seas y tengas parte del desarrollo de la Ciudad vives en ella.
Incisto El DESARROLLO REGIONAL ES PRIORITARIO PARA RESOLVER LO MAL PLANEADO Y REALIZADO EN EL PASADO ya las criticas son GRILLA, La solucion es PROFECIONAL.
Eliminarla corrupción ocurre por dos vías, el gobierno y el empresario o persona, ambos son participes de una obra mal echa, en la que nunca surgen responsables
ResponderEliminarla autoridad en turno echa la culpa al gobierno anterior pero no asume el reto de corregir el problema, lo flota, así llevamos en GDL decenios de inundaciones.
Los organismos de planeación urbana y sus participantes solo flotan el problema, no existe un plan para revertir un atraso de mas de 30 años en infraestructura urbana, ni existe una visión para ejecutar para los próximos 20 años
De nuevo la corrupción, las obras las realizan personas sin conocimientos sin la preparacion necesaria y cuando aparecen los problemas no tienen ningún castigo
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