Por: Carlos Enrique Martinez Gutierrez
Publicado por: Opinión Política 3 de Mayo 2021
El esplendor de las ciudades se han visto opacadas con el crecimiento desmedido de estas, desgraciadamente las ciudades se expandieron y no se desarrollaron de una forma armónica y equilibrada, esto debido en gran medida que su crecimiento se planteo en función de los desarrollos inmobiliarios, donde en los últimos 30 años han marcado el rumbo de las ciudades, se han cubierto las necesidades de vivienda de una forma desordenada sin una planeación integral, las escasas áreas de sesión normalmente convertidas en precarias áreas verdes donde dicho sea de paso muchos desarrolladores inmobiliarios las han regateado y reutilizado para fines comerciales.
En la ciudad recorremos grandes extensiones sin encontrar espacios públicos suficientes que den servicios a la población, sin áreas para los equipamientos urbanos indispensables para el desarrollo de la ciudad, actualmente el déficit de áreas verdes y espacios públicos está muy por debajo de lo recomendado por organismos internacionales de los cuales nuestro país tiene firmados convenios
El Estado se olvidó en sus prioridades, la progresividad de los espacios urbanos para los habitantes de la ciudad se olvidó de todas estas áreas, espacios abiertos o predios destinados al uso, disfrute o aprovechamiento colectivo, de acceso generalizado y libre tránsito; permitió y fue omiso no nada más en no acrecentar estos espacios, sino que ha permitido y muchas veces ha sido promotor de la venta de ellos.
La ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano mandata la protección y progresividad del espacio público, creando condiciones de habitabilidad de los espacios públicos, como elementos fundamentales para el derecho a una vida sana, la convivencia, recreación y seguridad ciudadana que considere las necesidades diferenciadas por personas y grupos. Además, establece que se fomentará el rescate, la creación y el mantenimiento de los espacios públicos que podrán ampliarse, o mejorarse, pero nunca destruirse o verse disminuidos. En caso de utilidad pública, estos espacios deberán ser sustituidos por otros que generen beneficios equivalentes;
Resulta preocupante que algunos municipios “desincorporen” de su patrimonio municipal terrenos que son patrimonio de la comunidad para “Asociarse” en desarrollos inmobiliarios que además dicho sea de paso en condiciones poco claras. Situación que nos lleva a preguntar; ¿Cuáles son los objetivos, beneficio social o ambiental para que el municipio desincorpore parte del patrimonio asociándose con un particular para realizar desarrollos inmobiliarios, violando la normatividad? ¿En que beneficia a la comunidad o a la ciudad reducir los espacios públicos? Y ¿Cuál es su justificación técnica, social y ambiental para hacerlo?
Estos contratos entre los ayuntamientos y particulares lo único que queda claro es que son negocios privados con bienes públicos, valdría la pena que la Auditoria Superior revisara estos “convenios” para frenar la venta y saqueo del patrimonio disfrazados de “utilidad pública o Beneficio Colectivo” aplicando las sanciones respectivas a los responsables
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