Por: Arq. Carlos Enrique Martinez Gutierrez
Publicado en: Opinión Política 26 Julio 2021
La noticia de la pena impuesta al Director Responsable de la Obra (DRO) del colegio Rébsamen por 208 años de prisión y una multa superior a los 9 MDP nos ha puesto a reflexionar quien y como se construyen las ciudades. Teóricamente deberían de ser los Arquitectos y los Ingenieros Civiles, la lógica nos dice que así debería de ser, pero la realidad es totalmente diferente.
Hoy en día encontramos que muchos de los que construyen no son los que están facultados por la ley, sino una serie de personas y empresas que ven en la ejecución de los proyectos y las obras un negocio jugoso sin el menor recato por la legislación, por las normas, por las leyes, por las medidas de seguridad, la calidad de las construcciones, por la ciudad, por las personas etc. lo ven como un negocio de oportunidad de tres o seis años ya sea en la obra pública o privada, tolerada y a veces alentada por las autoridades respectivas.
En este sector campea la ilegalidad, solo así nos explicamos la tragedia del colegio Rébsamen, el desplome de la L12 del metro de la CDMX, el socavón en una autopista, por mencionar solo algunos casos ampliamente difundidos a nivel Nacional, pero, hay una gran cantidad de ejemplos de todo tipo en el país, que han derivado en la pérdida de vidas humanas y bienes.
La figura perniciosa inventada en la CDMX de los DRO ha servido para simular quien construye, avalando con una firma del profesionista una supuesta dirección de las obras, esta irresponsabilidad institucionalizada le cobro la factura al Ingeniero del colegio Rébsamen, pero curiosamente no hay ningún funcionario público responsable en las desgracias de las obras públicas o privadas.
Pero si en las obras privadas se ha solapado la simulación y la usurpación de profesión delito que se castiga con cárcel, la obra pública no está exenta de estas simulaciones y violaciones a diferentes reglamentaciones, basta con revisar los registros de las empresas contratistas y encontraremos que el responsable técnico en mucho de los casos no trabaja en la empresa y peor aun las obras publicas se ejecutan sin permisos de construcción omitiendo la normativa que aplica para cualquier obra, por supuesto también sin responsables de la misma haciendo una practica común el disimulo, la violación de las leyes y reglamentos y constructoras oportunistas
La pregunta es ¿y lo técnico en la obra pública no importa? no importa la calidad de las obras que se ejecutan con nuestros impuestos?, no importa que la realicen los técnicos capacitados y con experiencia?, no importa la seguridad de los habitantes?, no importa que continuamente se invierta en repavimentar, en reparar, en demoler para rehacer?, no importa que la obra este mal hecha o se terminen?, no importa que las obras tengan permisos y cumplan con la ley y su reglamentaciones?, no importa que haya responsables? eso no es importante, lo importante es que documentalmente este correcto el expediente y amparado el gasto, y solo en caso de un daño grave sacarlo a relucir jurídicamente o para lucrar políticamente.
Cuantos muertos o desgracias se requiere para corregir el rumbo, para erradicar la impunidad y simulación en la construcción de las obras, debemos de caminar hacia una comunidad con mayor seguridad para las personas y sus bienes, esta debe de ser la premisa y exigir que las autoridades cumplan con su deber en ese sentido.
Triste realidad Estimado Carlos
ResponderEliminarTienes toda la razón en comentar que no hay funcionarios en turno señalados y responsables, pero yo le agregaría el PROPIETARIO quien deberían tener una responsabilidad también en estos casos, porque desafortunadamente si al cliente no se le obliga por ley o reglamento pagar lo que realmente vale una firma o derechos, siempre buscara la manera de que le hagan chambitas y que le firme uno barato o regalado. Saludos desde Chiapas estimado Arq. Carlos. ;)
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