Por: Arq. Carlos Enrique Martinez Gutierrez
Publicado en; Opinión Política el 14 de Marzo 2022
La desigualdad en el país no es ningún secreto, el sureste de México tan rico en recursos naturales y tan pobre en los indicies de bienestar y calidad de vida, abandonado por muchos años del desarrollo del país.
Fenómeno que sucede no solo en esa región sino en muchos estados y municipios que no necesariamente están ubicados en el sureste del país, los retos de los gobiernos es combatir la desigualdad, equilibrar el desarrollo regional y social, crear un desarrollo económico y urbano, el fortalecimiento de las regiones así como la creación de la infraestructura básica indispensable para el funcionamiento, desarrollo y crecimiento de las comunidades por mencionar solo algunos aspectos, donde difícilmente como sociedad estaríamos en desacuerdo.
El principal objetivo de la construcción del ferrocarril en su momento fue favorecer el crecimiento económico del país, pero en 1995 se decide privatizar Ferrocarriles Nacionales de México y absurdamente en el 2001 se anuncia la desaparición de dicho organismo y de facto México se queda prácticamente sin transporte ferroviario de pasajeros.
El desarrollo de ciudades medias es clave para el desarrollo regional de los estados y municipios donde se logra una complementariedad de los servicios y bienes que se producen en la región, fortaleciendo su economía y competitividad.
Una asignatura pendiente es el modelo de trenes suburbanos, recomendados para distancias máximas de 150 km que ayuda en gran medida al traslado de personas y bienes, así como el desarrollo de las ciudades medias bajando en gran medida el impacto de vehículos a las ciudades principales, logrando una interrelación entre ciudades y desarrollando una complementariedad entre ellas de servicios en general.
Según la Agencia reguladora del transporte ferroviario perteneciente a la SICT nuestro país cuenta con aproximadamente 23,300 km de vías ferroviarias entre principales, concesionadas, auxiliares y particulares, desgraciadamente poco ha crecido, en 1910 ya contábamos con más de 19,500 km de vías, un escaso crecimiento de 19.5% en más de 112 años
Hoy los ferrocarriles prácticamente están destinados al movimiento de mercancías en una red ferroviaria caduca que requiere urgentemente modernizarse tanto en las vías como en su velocidad con una infraestructura amigable con el medio ambiente.
Cuando revisamos los datos actuales del ferrocarril nos damos cuenta de lo atrasado del sistema, según datos oficiales de la misma agencia establece que los principales energéticos utilizados en el Sistema Ferroviario Mexicano son el diésel y la energía eléctrica para el transporte de mercancías y pasajeros, solo durante el mes de enero del 2022 se consumieron más de 53 millones de litros de diésel con los impactos al medio ambiente que eso significa.
El retomar una política nacional para impulsar de nuevo los trenes como motor de desarrollo tanto en las diferentes regiones del país, como en las ciudades con los famosos trenes de cercanía para pasajeros creo que es lo más acertado para combatir la desigualdad, integrar diferentes zonas del territorio nacional y crear un desarrollo económico regional y nacional
Para crear un desarrollo equilibrado debe de ser de forma integral y generalizado en todo el país no solo en una zona, de manera lamentable actualmente se realiza una desproporcionada inversión con resultados inciertos por falta de los estudios integrales y específicos, causando proyectos erráticos que ocasionan un daño al medio ambiente, así como al erario nacional, obras y proyectos plagados de ocurrencias y como si fuera poco con gran opacidad en el manejo de estos. Eso es lo cuestionable de ese tipo de proyectos porque lejos de crear un desarrollo armónico e integral, se abona a una larga fila de proyectos fallidos y dispendio de recursos. Caemos de nuevo en más de lo mismo, pero de diferente forma.
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